martes, 27 de octubre de 2009


¿Qué sentís cuando ves claramente eso que no te gusta? Te das cuenta que está ahí, te está molestando y sabes que querés que salga. Cada vez más cerca, tan cerca que te está tocando. Te alejas lentamente, no querés ni quiera compartir el aire. Ves que es imposible, que ya es tarde para no escogerlo.
Te sacas, realmente estas alterado. Repetiste mil veces la escala del 1 al 10. Querés volver el tiempo atrás y conoces que no existe nada que aun lo haya logrado. Te movés, temblás, sacudís tu cuerpo, parece que bailas.
Nadie puede entenderlo y ojalá no hubiera nadie.
De pronto lentamente te relajas. Ya no era tan feo. Querés todo cerca y que lástima que no hay tanta gente. Pensas en mandar invitaciones. Querés una fiesta, hacer que tu cuerpo baile. Nuevamente te miran. No pueden entenderte pero realmente no te molesta.
Empieza a irritarte. Volvió a ocurrir. Otra vez el cambio de humor. Ahí viene de nuevo, te están sofocando. Sentís que la vida es un círculo y que lamentablemente tu humor esta mareado.
Una historia que alguien “casi como yo” podría haber vivido.

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